LIBROS

El descubrimiento de las pinturas de Altamira en 1879, cuando la Prehistoria y el llamado hombre primitivo despertaban recelos en numerosos ámbitos culturales, desató una fuerte polémica. Una polémica digna de una novela. Los grandes expertos franceses sobre la Prehistoria apuntaron a un fraude, pues en esa época se pensaba que el hombre solo llevaba habitando la tierra según lo que apuntaban los relatos bíblicos, unos pocos milenios. Y cuando los científicos empezaron a echar cuentas, algo no cuadraba. Las tesis de Darwin echaron más leña al fuego y las polémicas estallaron en los periódicos, las tertulias, los cafés, los salones ilustrados… Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor de las pinturas de Altamira, y Juan Vilanova y Piera, catedrático de Paleontología de la Universidad Central, hubieron de hacer frente a las acusaciones de falsificación que les dirigieron los principales expertos de la época, defendiendo la autenticidad de las pinturas recién descubiertas y su carácter de obra prehistórica. Ambos murieron sin ver reconocido el valor de las pinturas, que sólo llegaría a finales del siglo XIX.

1879年阿爾塔米拉畫作的發現，當時史前史和所謂的原始人引起了許多文化界的懷疑，引發了強烈的爭議。一場堪比小說的論戰。偉大的法國史前史專家指出了一個騙局，因為當時人們認為，根據聖經的記載，人類只在地球上居住了幾千年。當科學家開始做數學計算時，有些東西並沒有加起來。達爾文的論文火上澆油，報紙、脫口秀、咖啡館、插圖沙龍爆發了論戰......阿爾塔米拉畫作的發現者馬塞利諾·桑斯·德·索圖拉（Marcelino Sanz de Sautuola）和中央大學古生物學教授胡安·維拉諾瓦·皮耶拉（Juan Vilanova y Piera）不得不面對當時主要專家對他們的偽造指控，捍衛新發現的畫作的真實性及其作為史前作品的特徵。兩人都沒有看到畫作的價值得到認可就去世了，直到十九世紀末才出現。