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Una de las entradas a la exhibición, dividido en dos salas en el Museo de Ciencias e Industria (MSI) en Chicago.
Una de las entradas a la exhibición, dividido en dos salas en el Museo de Ciencias e Industria (MSI) en Chicago. (Brian Cassella / Chicago Tribune)

La exposición ‘La ciencia detrás de Pixar’ en el Museo de Ciencias e Industria (MSI) en Chicago tiene mucho más que ofrecer a sus visitantes de lo que salta a primera vista.

Muestra cómo los artistas e informáticos del estudio crean una realidad virtual a la hora de darle vida a los personajes y su entorno, y para ello echan mano de la ciencia, tecnología, ingeniería y las matemáticas.

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La exposición llega justo en vacaciones de verano, cuando miles de niños y sus familias visitan los museos, aprovechan que no hay obligaciones escolares y tienen más tiempo.

Desde el 24 de mayo y hasta el 6 de enero el MSI será el hogar de la exposición interactiva que detalla el papel que juegan la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) detrás de animaciones clásicas como “Toy Story” o “A Bug’s Life”.

“En MSI nuestra misión y visión es inspirar el genio inventivo dentro de todos, así que pensamos que esta exhibición es genial para niños de todas las edades, para ver el proceso fundamental de Pixar”, comentó Isabel Morales, socia principal de comunicación en MSI.

Explicando paso a paso el proceso de convertir un concepto a una imagen basada en un modelo en nuestras pantallas, los personajes animados demuestran cómo las matemáticas se pueden aplicar para determinar la posición de un sujeto en la pantalla, o cómo los programas de maquetación 3D se usan para diseñar cada objeto en una escena.

“En ‘La ciencia detrás de Pixar’ tenemos más de 40 elementos interactivos, así que se desglosa cada aspecto de una película de Pixar. Crear un sistema de controles digitales, animación, sets, cámaras e iluminación… todos estos aspectos se juntaron por ingenieros, artistas, diseñadores e informáticos en Pixar para hacer que tus películas favoritas se hagan realidad”, dijo Morales.

Con esta exposición temporal, los jóvenes entusiastas pueden ver el proceso que lleva un simple saludo de mano o una risa en sus personajes favoritos. Esto acerca a la generación joven al proceso creativo y puede resultar por crear un interés en seguir una profesión en las carreras STEM.

“No sabes que se lleva días y horas para hacer imágenes basadas en un modelo para una escena, y quitarle el velo al proceso abre mucho los ojos de nuestros visitantes”, dijo Morales.

Una de las exposiciones interactivas permite al visitante cambiar la expresión facial y las características de Jessie, la vaquera de Toy Story, dando a los visitantes el poder de controlar los personajes.

Estatuas de Mike y Sully, personajes de ‘Monsters Inc.’ y ‘Monsters University’, forman parte de la exhibición.
Estatuas de Mike y Sully, personajes de ‘Monsters Inc.’ y ‘Monsters University’, forman parte de la exhibición. (Brian Cassella / Chicago Tribune)

Zoe Parson, de 11 años, vino desde Arkansas con su familia para visitar el museo. Su película favorita de Pixar es Cars por los “movimientos limpios y sus gráficos” y cómo uno puede “realmente ver los reflejos” sobre la superficie de los personajes.

“Aprendí sobre iluminación, efectos y cómo se junta todo: el añadir color, las animaciones, cuántos fotogramas se necesitan y todo eso”, explicó Zoe.

“Hace falta mucho para que la iluminación pueda añadir ese pequeño detalle… se necesita mucha matemática y ciencia para acertar las situaciones en las que están los personajes”, añadió.

Zoe ya está interesada en perseguir una carrera en el mundo de la animación.

“Me encanta el arte y Pixar puede ayudar a añadir un poco de interés en el campo”, agregó Zoe.

Para Connor, de 8 años y hermano de Zoe, Finding Dory se lleva el premio como su película favorita. No está seguro si trabajará en el mundo de la animación en el futuro, pero considera que la animación es algo que cree es capaz de hacer.

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Ray, de 11 años de Illinois, no tiene pensado ejercer como animador cinematográfico, pero tiene como meta ser programador de videojuegos, que dice es “algo parecido a estar en Pixar porque tienes que crear una realidad virtual”.

“También, como un programador, puedes ver cómo todo es diferente… puedes ver cómo todo se ve tan real pero en realidad está hecho por gente en sus ordenadores”, dijo Ray.

Sophia, de 10 años, vino desde Michigan con su familia y visitó el museo por su amor a la ciencia. Aprendió que para animar una película “hacen falta muchas matemáticas, trigonometría y cosas de geometría”, para ponerlo todo junto.

La exposición le cambió la manera de ver las películas, antes sólo “me metía en la película pero no pensaba que el proceso de hacerla fuera así”.

Sin embargo, piensa que probablemente no seguirá una carrera en este ámbito.

“Todavía no estoy segura, tengo en mente otro empleo”, dijo la niña.

“La ciencia detrás de Pixar” no está incluida en el boleto de entrada general y requiere uno adicional a $14 para adultos y $11 para niños.

Diferentes paneles muestran el proceso por el que pasan los artistas e ingenieros de Pixar, de concepto a nuestras pantallas.
Diferentes paneles muestran el proceso por el que pasan los artistas e ingenieros de Pixar, de concepto a nuestras pantallas. (Brian Cassella / Chicago Tribune)
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